Historia domesticacion del perro

En el artículo anterior hablamos de los orígenes prehistóricos de la raza canina, los cuales aún siguen siendo un misterio. Se sabe que el perro viene del lobo, pero antes de ese mamífero no es una tarea simple remontar hasta sus raíces más remotas.

En lo que las distintas investigaciones concuerdan, es en cómo el lobo fue domesticado hasta convertirse en nuestro mejor y más fiel amigo.

Todo parecería indicar que la caza fue la actividad que acercó el hombre al ancestro directo del perro. Las tribus de nómadas y los lobos del periodo paleolítico practicaban tipos de cacerías elaboradas que condicionaban la jerarquía y las relaciones sociales tanto en la tribu como en la manada. Esto podría haber incitado al hombre a utilizar los servicios de este cazador eficiente.

Con este objetivo en mente, el hombre muy probablemente dejó que el lobo se acercara a sus campamentos para que aprovechara de los restos de animales cazados y del calor de los fuegos constantemente mantenidos por los miembros de la tribu. A cambio el lobo proveía seguridad, al dar la alerta de la proximidad de otras bestias salvajes con sus aullidos.

Los primeros lobos domesticados fueron muy posiblemente lobeznos huérfanos, criados por las mujeres y los niños de los campamentos temporales de las tribus, que luego se reprodujeron en medio de humanos, adaptándose a su presencia.

La ubicación geográfica de los fósiles y la repartición actual de la diferentes razas de perros a través del mundo permite pensar que la domesticación del lobo se hizo durante el mismo periodo en varias partes del planeta. Se han encontrado huesos caninos de hace más de 9 000 años en Palestina y en Irán, así como en otros lugares de Europa y Asia, restos que refuerzan las teorías sobre la adopción del lobo por el hombre.

Tomando en cuenta el número de generaciones indispensables para que el perro presente diferencias significativas con el lobo – una talla más pequeña y un hocico menos alargado – los científicos estiman que esta domesticación podría haber empezado hace unos 12 000 años.